“Proceso no se portó bien con nosotros” dijo AMLO el lunes 22 de julio de 2019 sobre la Revista Proceso. Lo que debe entender él, así como los priístas y panistas que quieren volver al poder y los demás minipartidos, es que no se trata de que nos llevemos bien con ellos.
En #Xalapa aplica para Hipólito Rodríguez, a quien se le debe tener checado, tanto como a los que quieren llegar, o en el caso de Américo Zúñiga Martínez, volver.
Tratar bien a gobernantes es darles dirección en lo que hacen, no darles coba o darles el avión.
Américo Zúñiga ha sido por mucho un buen alcalde (sobre todo comparado con Hipólito), pero también hubo 4 años para conocerle en funciones, conocerle lo bueno y lo malo. Si volviera, la sociedad lo va a tener cortito y más checado a él y a sus funcionarios más cercanos (sobre todo). O así debería ser.
Porque, reitero, no se trata de que nos “portemos bien” con el que está al frente. Es común que quien dirige solo escuche a quien le da la razón. Pero el buen funcionario es el que funciona desde la crítica social y sus opciones, incluso las que no le gustan.
Porque con el paso del tiempo, si un gobernante escucha solo a los que lo tratan bien, a quienes le conviene, deja de ser un gobierno que nos conviene a todos.
Hipólito debe de hacer las cosas bien y lo desaprobamos porque no lo hace como debe, así como si Américo se vuelve a encarrilar para pedir su vuelta al municipio de #Xalapa, dependerá de quienes lo acompañan (ojo, en el gobierno, no solo en campaña) y si se dejan ayudar. Porque si no se dejan, no basta con volver y el buen récord anterior.
Por mi parte, me gusta ser crítico. Aprendí hace años que, colaborando, se pueden hacer cosas buenas, pero es fácil que se cierre una puerta o mal aconsejen quienes no son críticos.
Debemos dar el salto a ser una sociedad que haga las cosas por nosotros mismos, dirigiendo al gobierno a seguir nuestra influencia y no a manipular nuestras necesidades. Es decir, no crear o seguir partidos, sino hacer una sociedad más preparada e influyente.
Ningún gobierno es la solución en una sociedad pasiva o “que lo trate bien”, por mucho que trabaje o haga.